Devorando vida
La noche en que nos conocimos descubrí, en un flujo de ida y vuelta, una pasión de palabras enquistada en mi cerebro. Desde entonces imagino, bajo la mesa de un pequeño restaurante, una locura de caricias entre platos, mientras, a teléfono descubierto, devoro la vida que has vivido, la que vives, y la que te queda por vivir.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home